La menopausia es una etapa preciosa de maduración, serenidad y sabiduría. Se define como el cese permanente de la menstruación y produce cambios en el cuerpo de la mujer, ya que supone la interrupción de la secreción de estrógenos por pérdida de la función folicular. Suele producirse entre los 45 y 55 años en el 70% de las mujeres, un 5% de mujeres la experimentan después de los 55 años y hasta un 25% antes de los 45 años. La mayoría de las mujeres notan cambios en su piel durante esta nueva etapa de la vida.
¿Qué ocurre en la piel durante la menopausia?
Al caer la secreción de estrógenos y progesterona, disminuye la producción de colágeno y elastina, que cómo sabéis son las proteínas que aportan sostén, firmeza y elasticidad a la piel. Por ello la piel se vuelve menos tersa, aumenta la flacidez y la aparición de arrugas.
Al disminuir el colágeno, que normalmente actúa como una maya reteniendo la humedad y al disminuir también la función de las glándulas sebáceas, la piel se siente más seca y deshidratada. Esta sequedad no solo se nota en la piel sino también en las mucosas, como ojos, boca y vagina.
Por el contrario, aumenta la síntesis de melanina porque disminuye la capacidad de sintetizar antioxidantes, de manera que la piel puede verse más opaca y originarse manchas cutáneas o melasma. Esto puede venir acompañado de la aparición de arañas vasculares ya que hay mayor permeabilidad y reactividad vascular.
Te proponemos 5 consejos sencillos para seguir en esta época de cambios:
1. PROTEGE TU PIEL. El espesor cutáneo es más delgado en esta etapa de la vida por lo que puede afectarte más la radiación solar. Además de protector solar puedes usar gorros o gafas de sol, pero es imprescindible que te expongas al sol 15 minutos al día para permitir la síntesis de vitamina D, que es necesaria para la formación de masa ósea.
2. ALIMENTACIÓN ADECUADA: Bebe al menos 2 litros al día. Puedes añadirla con unas hojitas de hierbabuena y unas gotitas de limón para hacerla más apetecible. Apuesta por las grasas insaturadas ricas en omega 3 y omega 6 presentes en los frutos secos como las semillas de lino, calabaza, chía, los aguacate y el aceite de oliva. Las espinacas, kale, lechuga y rúcula son ricas en vitamina K, que previene la pérdida de masa ósea y puedes obtener calcio directamente de las almendras, coles, brócoli o el tahín. De las semillas de calabaza también puedes obtener Zinc que es un oligoelemento importantísimo para estimular la producción de colágeno y para estimular el sistema inmune. Y si el Zinc es importante para la formación de colágeno la vitamina C es totalmente imprescindible. Os recomendamos incluirla en vuestra alimentación con cítricos, pimientos o los frutos rojos y también que esté siempre en vuestros tratamientos tópicos, para asegurarnos que llegue suficiente a la piel.
3. COSMÉTICA ORGÁNICA. Exfolia tu piel regularmente, así eliminarás las células muertas y se acelerará el proceso de renovación celular. Debemos compensar la deshidratación y la falta de antioxidantes con tratamientos ricos en humectantes como el ácido hialurónico y antioxidantes como la vitamina C o el ácido ferúlico. Con estos activos prevenimos el fotoenvejecimiento cutáneo. Opta por cremas más nutritivas y emolientes. No te olvides del cuerpo…nuestro templo. Os dejo un link con una relación de todos los productos recomendados para esta etapa aquí.
4. RUTINAS DE MASAJE MACIAL. Incorpora las técnicas de automasaje para favorecer que llegue más sangre a la piel, ayudará a que se mantenga más tonificada y se vea más iluminada. Para mayores resultados, realiza estos masajes con nuestra Gua Sha Therapy.
5. EJERCICIO DE FUERZA. Especialmente en menopausia, las mujeres vamos perdiendo masa ósea con mayor velocidad que a otras edades. Esto es porque las células encargadas de regenerar hueso nuevo (osteoblastos) se ralentizan frente a aquellas otras células que se encargan de retirar el hueso viejo (osteoclastos). A la larga, esto puede convertirse en una osteopenia y osteoporosis, por lo que tenemos que intentar aumentar nuestra masa muscular y ósea. Puedes trabajar con tu propio peso, sin necesidad de gimnasio, trabajando piernas, brazos y haciendo algunos pequeños ejercicios de impacto como saltitos, que te ayudarán a que se genere hueso nuevo. Te invitamos a que lo pruebes y planifiques 3 días a la semana ejercicio de fuerza con 2 días ejercicio aeróbico, como puede ser andar rápido.
Si te interesa este tema te dejamos algunas referencias de ginecólogas, nutricionistas o cuentas con las que nosotras conectamos. Un abrazo!