Con motivo del 7ºaniversario de Cosmetics HERBERA, en el laboratorio nos hemos organizado todo el equipo para hacerle una encerrona a Mayte y conseguir que nos cuente cómo fueron los inicios de HERBERA. Le hemos pedido detalles, queremos saberlo todo, qué le hizo tirar por la cosmética, por qué optó por cosmética natural, qué le inspiraba o qué ayudas tuvo.
Queremos que nos cuente todos los entresijos de HERBERA y cómo ha conseguido que nuestra marca de cosmética ecológica sea referente en el sector y haya alcanzado numerosos logros, como los reconocimientos de los premios THE BEAUTY SHORTLIST AWARDS y ORGÁNICS CLEAN AWARDS, puedes verlos todos aquí.
Mayte se abrió y sinceró con todo el equipo y ahora veréis que también lo hace con vosotrxs, lxs #herberalectores ;).
Mayte, mientras estudiabas la carrera de farmacia, ¿te imaginaste en algún momento que ibas a dedicarte a la cosmética?
La carrera de farmacia te conduce hacia la investigación o a trabajar en una oficina de farmacia, pero realmente tiene muchísimas salidas. Es una carrera muy rica en cuanto a ramas o especialidades. Los primeros años me interesé por la botánica, porque me maravillaban las plantas y con la asignatura de farmacognosia, descubrí el mundo de sus principios activos. Después llegó la botánica farmacéutica y la fitoterapia, y aprendí a utilizarlas con fines terapéuticos.
De hecho, la facultad de farmacia me contrató para que impartiera cursos sobre ello en la universidad, cursos a los que llamé: tu jardín, una farmacia sin patentes.
Siempre me gustó conocer las propiedades medicinales de las plantas y utilicé este conocimiento después en mis años de farmacéutica, aconsejando siempre a quién venía a la farmacia con un tratamiento más natural. Pero no fue hasta que cursé farmacia práctica y entré de alumna interna en el departamento de galénica, cuando pude fusionar todo el conocimiento de fitoterapia con mi afán de autosuficiencia y comencé a hacerme yo misma todos mis productos de cuidado facial y corporal. De hecho, la facultad de farmacia me contrató para que impartiera cursos sobre ello en la universidad, cursos a los que llamé: tu jardín, una farmacia sin patentes.
¿En algún momento pensabas crear tu propia marca? ¿Los valores de los laboratorios farmacéuticos estaban en línea con quién eres?
La aventura continuó en un laboratorio de Granada en el que comencé a trabajar poco después de terminar la carrera. Era una farmacia con un laboratorio de formulación magistral y marca propia muy conocido a nivel nacional. Aprendí muchísimo allí. Hacíamos fitoterapia oral, parenterales, sueros autólogos, mesoterapia y toda una marca de cosmética convencional. Gracias a ese trabajo descubrí mi pasión por la formulación, pero claro, a mí lo que me gustaba era lo natural, así que cuando llegaba a casa planteaba cómo hacer lo mismo que en el laboratorio, pero con los recursos naturales con los que contaba en mi huerta o en la vega de Granada.
Es un arte como el de preparar un plato delicioso con lo que tienes en la nevera… no tenía necesidad de traer ninguna otra especie botánica de fuera.
Siempre me gustó utilizar las plantas medicinales de mi entorno, conocer las propiedades de la naturaleza que te rodea, sin tener que traerlas de más lejos, autosuficiencia. Es un arte como el de preparar un plato delicioso con lo que tienes en la nevera… no tenía necesidad de traer ninguna otra especie botánica de fuera.
Salía al campo a recoger hipérico, tenía mi jardín plagado de caléndulas, romero, siempreviva, lavandas y mi tierra jiennense me proveía de aceite de oliva de primera presión en frío. Tenía unos amigos con colmenas que me regalaban cera de abejas y en un pequeño taller en mi casa, comencé a crear mi primera marca, que compartía solamente con familiares y amigos.
Sentí la necesidad de montar algo propio con los años, cada vez creía menos en la cosmética convencional. Me estuve formando mucho sobre disruptores endocrinos y me especialicé en cosmética natural estudiando diferentes Master y posgrados. Vengo de una familia emprendedora y desde niña siempre he proyectado poner en práctica aquello con lo que sentirme bien trabajando. Creía y creo seriamente en las propiedades de las plantas y mis fórmulas ya gustaban a mucha gente. Así que, busqué un local, contraté a un arquitecto, a una asesoría cosmética y profesionalicé la aventura.
Creo que es importante mostrar lo que cuesta todo, el trabajo que hay detrás y la pasión que ha de tenerse para no tirar la toalla y seguir emocionada con tu sueño empresarial.
Los inicios fueros horrendos, porque los albañiles fueron unos impresentables y la asesora también, así que los primeros años lo pasé mal. Emprender en este país no es fácil…nos venden la moto con lo de perseguir nuestros sueños, pero ni el estado te ayuda, ni socialmente se valora la situación del autónomo… así que, así nos va.
Esto no es muy happy, pero la vida tiene estos momentos también y no quiero escribir un texto solamente pensando en el marketing y hablar solo de eficacia, de sensorialidad y de lo innovadores que somos, que por supuesto. Creo que es importante mostrar lo que cuesta todo, el trabajo que hay detrás y la pasión que ha de tenerse para no tirar la toalla y seguir emocionada con tu sueño empresarial.
Porque superados los momentos malos… yo me lo gozo con Herbera. Soy tremendamente feliz al estar llevando a cabo mis sueños. Y ese sueño comenzó por tener laboratorio propio y no ser solo quien encarga un producto a un laboratorio de fabricación a terceros. A mí me encanta diseñar el producto desde zero, teniendo en cuenta los ingredientes de mayor calidad y más innovadores, realizando una producción sostenible y poniéndolo a la venta con una comunicación transparente. No cuento con inversores externos, Herbera se mantiene y crece con lo que generá. Seguimos siendo autosuficientes.
¿Por qué la marca se merece estos reconocimientos? ¿Qué se siente?
Cuando lancé al mercado mis primeros productos la cosmética natural estaba muy anquilosada en los envases blancos de plástico y casi todas eran fórmulas 100% de origen vegetal, sin nada de biotecnología. Herbera salió a mercado en el 2016 con envases negros y un diseño minimal, que rompía totalmente con el resto de marcas. Además, mis INCIS estaban plagados de activos y ya por esos años incorporaba prebióticos en mis formulaciones y sustituía el agua por hidrolatos.
Mi objetivo era demostrar que la cosmética orgánica no era menos eficaz que la convencional siempre y cuando la formulación incluyera activos puros en las concentraciones necesarias para ser efectivas. Y comencé a buscar estos activos con los que trabajaba la cosmética convencional, pero de origen natural, por todos los proveedores. Conseguí que bioinspecta biovidasana los aprobara y de esta forma, abrí camino para el resto de marcas que hoy también cuentan con este tipo de ingredientes en sus formulaciones.
Para mí es muy importante que nuestros activos y productos estén respaldados por estudios y ensayos dermatológicos que demuestren su eficacia. De esta forma, el resultado es una marca no solo cosmética sino dermocosmética orgánica y vegana que se adapta a las diferentes necesidades de la piel.
¿Crees que los consumidores son cada día más conscientes y apuestan por marcas como Cosmetics Herbera?
Sí. En los últimos años han nacido muchas marcas de cosmética natural y orgánica, algunas con más inversores que otras, pero el resultado es que la cosmética orgánica se ve más. Se comparten y publicitan más sus ventajas frente a la convencional y eso repercute en que haya una mayor conciencia sobre el cuidado natural, tanto con la piel como con el medioambiente.
Creo que es importante apostar por marcas que sacrifican parte de sus beneficios por garantizar que lo que reflejamos en la etiqueta, es real.
Esta conciencia general por los beneficios de lo natural también lo han aprovechado muchas marcas conocidas de cosmética convencional, lanzando nuevas marcas más naturales.
Creo que es importante apostar por marcas que sacrifican parte de sus beneficios por garantizar que lo que reflejamos en la etiqueta, es real. Y esto se hace a través de un sello de una certificación ecológica o en su defecto, natural. Todas las marcas tenemos que realizar una declaración responsable frente a la agencia española de medicamentos y productos sanitarios, que cada x años, te inspeccionan, pero solo las certificadas, recibimos una inspección anual por este organismo independiente que mira cosas que no mira la AEMPS como que tus ingredientes no hayan sido irradiados, que no contengas sustancias carcinogénicas o que no contengan nanopartículas, cosa que sí se permite en la cosmética convencional. Aunque parezca increíble.
¿Qué se siente al haber recibido premios internacionales como la mejor marca de cosmética orgánica y mejor marca de cosmética vegana europea?
Felicidad, agradecimiento, motivación, ilusión, ganas de seguir trabajando. Tranquilidad.
¿Qué es lo que sigue siendo reto?
Poder competir de forma orgánica con marcas que cuentan con mucha inversión publicitaria. Hacernos ver. Gestionar a un equipo de personas cada día mayor y abrirnos paso también en otros países. Proyectar y perseguir nuevos sueños.
¿Cuál es tu ritual y tu producto HERBERA Favorito?
Si tuviera que elegir solo uno para irme a una isla desierta, me llevaría a GOLDEN DUNE. Puedo utilizarlo como limpiador gel to milk al añadirle unas gotitas de agua, como desmaquillante aplicándolo sobre la piel seca o como mascarilla nutritiva sobre la piel limpia, de forma que también me hidrata.
En mi rutina diaria lo utilizo por la mañana, aplicando tras él Bio Serum Vitamina C Oir Free, el contorno de ojos Eye Contour y la crema hidratante Nutritive Therapy.
Por la noche utilizo también Golden Dune para desmaquillar, me pulverizo el Mist de Reishi y aplico Bio Serum Bakuchiol Treatment, el contorno y la Crema de Bakuchiol. Algunos días, también por la noche aplico Bio Serum Active Facial Oil tras la piel limpia y masajeo con la piedra Gua Sha. Su efecto relajante sobre la piel me ayuda a dormir mucho menos tensa y más relajada.
Y con esta última pregunta dejamos libre a Mayte, ¿te ha gustado la entrevista? ¿Te gustaría saber más? Cuéntanoslo, te esperamos en comentarios.
