¿Eres veganx? ¿Estás pensando en dar el salto? ¿O simplemente estás recabando información? Sea cuál sea la situación en la que te encuentres en este momento queremos hablar contigo del veganismo. Entenderlo te ayudará a comprender qué es y por qué cada día más personas lo eligen como estilo de vida.
¿Te interesa este tema? Si la respuesta es sí, ¡no dudes en seguir leyendo!
¿Qué es el veganismo?
Para poder comprender el veganismo el primer paso es conocer su definición. Se trata de la abstención de uso y consumo de productos de origen animal tanto en alimentación como en textil, medicamentos, cosméticos y transporte. Las personas que siguen este estilo de vida se les conoce como veganas. Para resumir, se trata de vivir respetando a los demás animales.
La historia tanto del vegetarianismo como de sus variantes, entre las que se incluye el veganismo, tiene sus comienzos en la antigua India. Más tarde aparece en las antiguas civilizaciones griegas, en la que se relacionaba estrechamente dieta con no violencia a los animales.
Durante el Renacimiento el vegetarianismo volvió a resurgir y a practicarse de forma más generalizada durante los siglos XIX y XX. La primera sociedad vegetariana nació en 1847 en Reino Unido y poco a poco aparecen en otras naciones como Alemania o Países Bajos. En 1906 surge la Unión Vegetariana Internacional como nexo de unión para todas las sociedades nacionales que habían surgido.
¿Qué productos se excluyen en el veganismo?
Como hemos comentado en la práctica del veganismo tanto por dieta como por ética, se excluye el uso y consumo de productos de origen animal tanto en alimentación como indumentaria, medicamentos, cosméticos y transporte. A continuación, lo veremos con mucho más detalle:
1. Alimentación: Las personas que practican el veganismo excluyen de su alimentación todo tipo de carne (vaca, cerdo, pollo, pescado…) además del consumo de cualquier producto que sea de origen animal como huevos o lácteos. Entienden que los animales son sometidos a un gran sufrimiento que desembocan en muertes prematuras por no hablar, en el caso de los huevos del sacrificio de los pollitos macho, ya que al no poder producir su mantenimiento no es rentable. En el caso de los lácteos las vacas son sacrificadas tras varios ciclos de producción.
Existe una gran controversia dentro de la corriente vegana sobre los productos elaborados por insectos, como son la miel y la seda. Una gran parte del colectivo vegano considera los métodos modernos de apicultura crueles, ya que después de la recolección añaden al panal azúcar o jarabe de maíz para mantener la unión de la colmena. Tanto la Sociedad Vegana del Reino Unido (Vegetarian Society) como la estadounidense (American Vegan Society) NO consideran que estos productos, ni otros producidos por insectos, sean aptos para veganos. La Vegan Action y la Vegan Outreach prefieren dejar que cada uno elija ese consumo de forma personal. Como alternativa a la miel común es muy popular la miel de agave.
2. Ropa y complementos: Ser vegano no se limita sólo a la alimentación de cada día, también responde a un comportamiento ético con respecto al uso de ropa que no sea de origen animal. ¿Qué queremos decir? Que no se usa piel, cuero, lana, plumas o cualquier otro material que proceda de un animal. Una buena opción son las fibras naturales como el algodón, el lino, el cáñamo el corcho o el bambú.
¿Cómo podemos identificar la ropa vegana? Prestando atención al etiquetado que debe reflejar todos los componentes, incluyendo tintes y/o pegamentos. La mayoría de las prendas veganas cuenta con el sello PETA approved, que quiere decir que esa prenda cuenta con la aprobación de la asociación de defensa de los animales más importante del mundo.
3. Medicamentos y/o suplementos dietéticos: Por ética las personas veganas, como hemos comentado, tratan de evitar todos aquellos productos de origen animal y también los que hayan sido probados en animales. En este sentido la Sociedad Vegana reconoce que «no siempre es posible hacer una elección que evite el uso de animales» porque los medicamentos se prueban en animales antes de salir al mercado. Además, pueden contener ingredientes de origen animal como son la lactosa o la gelatina, entre otros.
4. Cosméticos: Como ya sabéis este punto nos toca muy de cerca. Desde 2016 estamos certificados con PETA Internacional como marca cruelty-free y vegana porque no solo estamos en contra de la experimentación en animales, sino que además no utilizamos ningún ingrediente de origen animal. Nuestra marca es 100% VEGANA.
Los ingredientes de origen animal de uso más común en cosmética son el colágeno, la cera de abejas, queratina, esperma de ballena, la lanolina, el carmín y la manteca de cerdo entre otros.
¿Qué alimentos son aptos para veganxs?
Muchas personas creen que las personas que siguen una dieta vegana únicamente se pueden alimentar a base de vegetales, pero nada más lejos de la realidad. Pueden comer:
Verduras y hortalizas: Es decir, todos los alimentos de la huerta. Constituyen una fuente muy rica en vitaminas, calcio, fibra y minerales.
Frutas: Elegir frutas enteras en lugar de licuadas que pierden sus propiedades. También se recomienda el consumo de frutas desecadas como son la uva pasa o los orejones.
Legumbres: Como los garbanzos, lentejas, judías, guisantes, soja y derivados como el tofu, tempeh o la soja texturizada.
Cereales: Evitar los refinados y elegir las opciones integrales de arroz, cebada, quinoa, trigo, espelta y centeno.
Frutos secos y semillas: Como nueces, sésamo, avellanas, almendras, pistachos, cacahuetes o semillas de lino.
Algas: Son una fuente de minerales, vitaminas, ácido fólico, fibra y antioxidantes. Destacamos el alga wakame, nori, kombu, hiziki y la lechuga de mar.
Grasas saludables: Provenientes del AOVE o el aguacate, entre otros.
Setas: Aportan vitaminas y minerales, destacamos las chantarelas, los pies azules, las negrillas, las trompetillas, los boletus y níscalos entre los que a nosotras más nos gustan.
Al igual que en el caso del estilo de alimentación omnívoro, una dieta vegana o vegetariana estricta bien planificada jamás le faltará ningún tipo de nutriente, excepto la vitamina B12.
La vitamina B12 es la única vitamina que no podemos encontrar en los alimentos vegetales. Por lo que es recomendable tomarla en suplemento ya seas vegetariano o vegano. La cianocobalamina es la forma más estudiada como suplemento de B12, no tiene dosis tóxica, es estable al calor, luz y pH y además es la más económica. Lo más cómodo es tomar 1 dosis a la semana de 2000 microgramos.
¿Y los vegetarianos ovolácteos, también deberían de suplementarse con B12? Pues sí, ya que los huevos y lácteos no contienen suficiente B12. Para que nos hagamos una idea: para conseguir consumir 4 microgramos de vitamina B12 tendríamos que comer 7 huevos, medio kg de queso y 4,5 vasos de leche. ¡Una locura!
En el caso vitamina D, calcio y hierro solo necesitamos consumir suplementación cuando haya un déficit, igual que las personas que comen pescado y/o carne. Para comprobarlo debemos acudir al especialista y que sea él quien compruebe que tenemos dicha falta a través de un análisis de sangre. En el caso del calcio, las verduras de hoja verde como el kale o el brócoli son una estupenda fuente, así como las legumbres y los frutos secos. La vitamina D solemos sintetizarla con una exposición al sol de brazos y cara durante al menos 15 minutos al día, sin protector solar.
El hierro por su parte está presente en legumbres, frutos secos o verduras, entre otros. Las personas veganas tenemos unos niveles de hierro similares a los de la población general, por lo que una suplementación solamente sería necesario si una analítica desvelase un déficit. Recordamos que una dieta vegana bien planificada no debe tener ninguna carencia nutricional.
Nuestro objetivo con este artículo es darte a conocer un estilo de vida que fomenta el respeto hacia los animales desde todos los ámbitos de su vida y en el que en Herbera participamos activamente. Si quieres aportar tu propia vivencia o quieres darnos algún dato que sea de interés, déjanos tu comentario, ¡te leemos!