Tu intuición es cierta: en verano se prestan texturas más ligeras y protegernos del sol. Adaptar la rutina al clima es uno de los mejores consejos que podemos darte: la piel cambia de necesidades dependiendo de la época del año y es importante escucharla y mimarla como se merece.
Durante los meses de verano, en algunas pieles se produce un aumento de la producción de sebo, haciendo que se vea más grasa. Otras, en cambio, se deshidratan con algunos agresores externos, como el aire acondicionado.
Por eso parece que entramos en un ciclo sin fin de piel tirante y reseca, pero brillante durante el día.
La exposición solar tiene un efecto en la piel más allá de generar radicales libres, bronceado, etc: la piel ralentiza su ciclo natural de exfoliación y la capa córnea (la más externa) se vuelve más gruesa, por lo que puede parecer que está más opaca, rugosa, o que las imperfecciones mejoran momentáneamente.
Hace un par de años te escribimos 5 consejos para cuidar tu piel en verano y hoy vamos a darle una vuelta de tuerca más. Para que encuentres el equilibrio dependiendo de tu entorno y cómo se comporta tu piel.
1. Las brumas faciales son tus mejores aliadas en verano
Por dos motivos: el primero es que son refrescantes, lo cual proporciona una sensación de alivio. Eso ayuda a bajar un poco la temperatura de la piel, a contraer los capilares y que se vea menos enrojecida.
Y el segundo, son antiinflamatorias, y más si contienen ingredientes activos como la echinácea y la camomila como nuestra bruma ECHINACEA & CAMOMILE REPAIRING MIST.
Te ayudará a mantener la piel fresquita, a minimizar las rojeces e irritaciones por el sudor y el calor, y además equilibra el microbioma cutáneo.
Puedes usarla tantas veces como quieras durante el día en climas secos, y unas 4-5 veces en climas húmedos.
2. Usa un buen producto antioxidante
La protección antioxidante es esencial ya que ayuda a frenar daño oxidativo, y no solo el del sol.
El BIO SERUM VITAMIN C + E + FERULIC + HYALURONIC es una bomba antioxidante con los ingredientes más potentes para combatir radicales libres.
Además, no es fotosensible con lo cual podrás usarlo en verano, tanto de día como de noche, en todo tipo de pieles.
Lo hemos formulado con una base de hidrolato de azahar para sumarle propiedades calmantes y un aroma único que hace que el momento de aplicarlo sea una delicia.
Lo tienes tanto en versión oil-free, para climas húmedos o pieles más grasas, como el nutritive repair, para climas más secos o pieles que necesiten más nutrición.
3. Menos es más: simplifica tu rutina
No necesitas aplicar 10 pasos en verano, tu piel va a agradecer ligereza en tus rutinas. Lo que sí puedes hacer es usar productos más concentrados en principios activos para ahorrar pasos.
Por ejemplo, es buen momento para hacerte con uno de nuestros neceseres de viaje que contienen todo lo necesario para que hagas una rutina completa y puedas probar los productos.
4. El contorno de ojos también sufre en verano
Tanto si tu problema son las bolsas como si son las ojeras, el contorno es muy sensible en verano. Por un lado, es más propenso a la inflamación, empeorando el aspecto de las bolsas, y por otro, el sol puede hacer que se oscurezcan las ojeras.
Tratarlo todo el año es importante, y más en época estival. Nuestro contorno ha ganado 8 premios y con razón: es drenante, nutritivo, tratante antiarrugas y antiojeras, y además respetuoso con el microbioma tan delicado en ojos sensibles.
Su fórmula está enriquecida con ácido hialurónico de diferentes pesos moleculares para hidratar en profundidad, y una combinación de hammamelis y ginkgo biloba para mejorar la microcirculación.
5. Cuida de tu cuerpo en verano
El calor puede afectar a la circulación, causando hinchazón y sensación de pesadez en las piernas. Los ingredientes que mejoran la microcirculación, como el ginkgo que tanto nos gusta en Herbera y el café orgánico, te ayudarán a movilizar líquidos y más si lo haces mediante un masaje. EDEN REAFIRMING OIL es ideal para esto.
Al final del día, también puedes usar un producto como el RELAX & SMOOTHING OIL para calmar la piel y nutrirla intensamente si has pasado un rato en la playa o paseando por la montaña.
Adaptar tus rutinas de skincare (y bodycare) a los ritmos de la naturaleza y el clima es algo que nos encanta. Somos parte del entorno así que fluir y cambiar junto las estaciones nos hará tener una piel radiante y saludable durante todo el año.
