Qué haces, qué comes y a qué te expones

Tips para una vida saludable

Una piel saludable no sólo depende de la cosmética que uses,  la piel es el órgano más grande del cuerpo humano y por lo tanto, todo lo que haces y lo que no haces, lo que comes y lo que no comes y todo a lo que te expongas se ve reflejado en la salud de tu piel.

Sabemos que tienes la seguridad de estar usando cosmética natural y orgánica, pero ¿qué más estás haciendo por tu piel? Quizás aun no lo sepas, pero hay mucho más que puedes hacer.  ¿Preparara para ponerte en marcha?

¿Qué haces?

Hay varios factores de tu forma de vida que están afectando a tu piel.  La contaminación, el estrés, el cansancio…. Pequeños cambios pueden llegar a ser grandes pasos y de verdad, que notarás la mejora no sólo en tu piel sino en tu salud en general.

  • La limpieza diaria de tu piel o incluso más de una vez al día puede evitar una piel apagada, obstruida, y en definitiva debilitada. Puedes llevar el agua micelar de Herbera en el bolso y aplicártela al mediodía  antes de retocar el maquillaje. Pero no sólo la piel del rostro, la higiene de tus manos es mucho más importante de lo que piensas.
  • Una vez a la semana sal al campo, el contacto con la naturaleza te hará reconectar contigo mismo y respirar un aire un poco más puro y te sentará genial. La piel lo nota, conseguirá oxigenarse y llenarse de energía.
  • Duerme al menos 8 horas al día. El descanso es fundamental, aleja tu móvil y cualquier otro tipo de elemento que pueda alterar el sueño, no dejes la calefacción encendida ni el aire acondicionado en verano, deja a tu cuerpo regular su temperatura. Si te cuesta conciliar el sueño, puedes hacer ejercicios de relajación, hay muchísimos disponibles en internet. Descansar es tan importante como respirar, no lo olvides.
  • Muévete. Hacer deporte es fundamental, la piel se oxigena, elimina toxinas y tú generas endorfinas que te harán sentirte mucho más feliz. ¿Sabías que hacer deporte es una de las actividades más efectivas contra la depresión?
  • Tiempo para ti. Busca aficiones y poténcialas. No hay excusas de falta de tiempo, una hora semanal la tiene cualquiera. El tiempo para hacer algo que realmente nos guste es el mejor invertido, la sonrisa que te generará será el mejor tratamiento de belleza.

¿Qué comes?

Lo sabemos de sobra, la alimentación es la clave, para tu piel también.  Debes evitar los alimentos ultra procesados. Cuanto más fresco sea lo que comes mejor, cuantos menos procesos haya pasado mejor y por supuesto cuanto más natural sea su embalaje, mejor.  ¿por qué? Porque los alimentos ultraprocesados hacen que pierdan propiedades beneficiosas y por el contrario suelen llevar más azúcar y sal que la que necesitamos. Además de conservantes, colorantes, grasas, etc.  que no aportan nada bueno a nuestro organismo.

Por supuesto un exceso de azucares y sal en tu dieta  tampoco te traerá nada bueno y también debes tener cuidado con los excitantes (café, té) y con lo lácteos que provocan muchos brotes de acné. Si quieres profundizar en los alimentos prohibidos para una piel sana, te recordamos nuestro post: https://www.cosmeticsherbera.com/blog/alimentos-prohibidos-para-una-piel-sana/

¿Qué debes fomentar?

  • La verdura y la fruta ecológicas. Libres de pesticidas, no envasadas en plásticos que ya sabemos que pueden aportarnos disruptores endocrinos.
  • Mucha agua. Tu piel te lo pide a gritos pero ojo con reutilizar las botellas de plástico, mejor usa botellas de vidrio.
  • Cereales, legumbres y semillas ecológicas. Están de moda sí, pero es que muchas de ellas son realmente superalimentos que nos aportan una gran cantidad de nutrientes y antioxidantes muy beneficiosos para la salud , que por supuesto, tu piel notará.

¿A qué te expones?

En el día a día hay muchos elementos que perjudican nuestra salud y por supuesto la de nuestra piel. Hay cosas que no podemos evitar como los pesticidas usados en jardines públicos o  el humo de los coches. Sin embargo podemos intentar evitar otras muchas cosas a las que estamos expuestos.

  • Evita los plásticos en la comida y en las bebidas. Rechaza sobre todo el 7 (policarbonato) botellas grandes de agua que hay en algunas empresas y organismos públicos. Los tickets de caja son la mayor fuente de bisfenol-a (disruptor endocrino), si no son necesarios para tí, no los cojas.
  • Comida y cosmética ecológica certificada. Siempre te aseguras que cumple con unos mínimos y que no están exponiéndote a ningún tóxico perjudicial para tu salud.
  • Mira las etiquetas. No te dejes engañar por nombres como light o natural. Comprueba siempre el etiquetado de todo lo que consumas.
  • Transporte público. Siempre que puedas, intentemos hacer entre todos un aire más puro. Y si eliges la bicicleta ¡mucho mejor!
  • Fomenta el comercio sostenible y justo. Está en tu mano elegir dónde compras y qué tipo de comercio queremos en el futuro. Si queremos un planeta mejor tenemos que empezar por pequeños gestos de nuestra vida cotidiana.

  #herberaseplanta

 

Qué es el Bisfenol y cómo evitarlo

El bisfenol A, también conocido como BPA, es un producto químico utilizado para fabricar todo tipo de plásticos policarbonatos, latas de alimentos o bebidas, recibos de compras o extractos bancarios, recipientes de plástico, CDs... Es una sustancia contaminante que, según una inmensa cantidad de estudios científicos realizados con financiación pública, fundamentalmente en Europa y Estados Unidos, puede causar efectos sobre el equilibrio hormonal a niveles muy bajos de concentración.

Dicha sustancia es detectada ya (en sangre y orina) de la gran mayoría de la población del mundo desarrollado. Su presencia en los productos que utilizamos a diario es tan común que un estudio del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aseguró que más del 90% de los estadounidenses tienen trazas en su organismo de esta sustancia, aunque generalmente por debajo de la “dosis diaria tolerable”.

Sin embargo, las autoridades sanitarias no se ponen de acuerdo de cuál es esa dosis tolerable. Por ejemplo en Francia,  esta sustancia está prohibida desde el año 2013, en el resto de UE prohibieron su uso en biberones en el año 2010 pero no en juguetes y España amplió esta prohibición para limitar el uso de bisfenol también en juguetes, donde no se puede sobrepasar la concentración de 0,1mg/m³.

La industria comercial evidentemente, lucha a favor del bisfenol y quita importancia a los numerosos estudios que aseguran que los efectos adversos de esta sustancia son importantes.

La estructura molecular del BPA mimetiza la estructura de los estrógenos naturales, es decir, tiene la capacidad de alterar el sistema endocrino. El BPA constituye, por tanto, lo que se denomina un  disruptor endocrino. (echa un vistazo a nuestro post sobre este tema).

Algunos de sus efectos adversos son:

  • Cambios en el comportamiento: Hiperactividad, agresividad
  • Diabetes y obesidad
  • Pubertad temprana
  • Reducción de la cantidad de esperma
  • Cáncer de próstata
  • Cáncer de mama
  • Alteraciones cromosómicas
  • Daño cerebral
  • Deterioro de la función inmune

La principal manera por la que llega a nuestros cuerpos, es la alimentación, especialmente por la contaminación procedente de materiales que están en contacto con alimentos, ya sea durante su procesamiento o en envases y recipientes alimentarios, tales como latas que son muy frecuentemente revestidas en su interior con materiales que contienen Bisfenol A y desde los cuales pasa al producto alimentario contenido en ellos.

Aunque es verdad que el bisfenol A está en muchos objetos cotidianos podemos tomar algunas medidas para evitarlo: huir de las latas de conservas y apostar por otros materiales como el vidrio, no calentar alimentos en recipientes de plástico, no reutilizar las botellas y fijarnos mucho en las etiquetas:

El código de reciclaje que indica el tipo de plástico usado para su fabricación en la parte inferior del recipiente (código de identificación de resinas) nos puede ayudar a identificar su presencia. Los que pueden contener más trazas de Bisfenol A son aquellos con los números 7, 3 y 10. Los plásticos que no contienen BPA, ftalato, ni poliestireno expandible son los que llevan los códigos de reciclaje con los números 1 (PET), 2 (HDPE), 4 (LDPE), y 5 (PP), según la Unidad Especial de Salud Ambiental Infantil.

Aunque no es tan patente la presencia de BPA en cosmética como en la industria alimentaria, en Herbera no usamos ningún envase que contenga Bisfenol A ni ningún otro disruptor endocrino. Y desde aquí hacemos un llamamiento a las autoridades españolas para que prohíban esta sustancia, tal y como han hecho en nuestro país vecino, y vosotros, ¿qué opináis?

#herberaseplanta

Si os interesa el tema os invitamos a que le echéis un vistazo a la página de FODESAM, Fondo para la Defensa de La Salud Ambiental.

  • http://www.fondosaludambiental.org/
  • Prohibición del uso de Bisfenol A en biberones: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/11/25/noticias/1290712681.html.
  • Limitación española para uso de BPA: http://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/sanidad-limita-pero-no-prohibe-el-bisfenol-a-en-juguetes-4329.
  • Exposición a bajas dosis de Bisfenol A y acortamiento de la edad fértil: http://www.biolreprod.org/content/early/2010/08/20/biolreprod.110.084814.

 

 

 

¿Has oído hablar de los disruptores endocrinos?  

¿Has oído hablar de los disruptores endocrinos?

Como nos cuenta el Dr. Nicolás Olea, médico y catedrático de la Universidad de Granada, Oncólogo del Hospital Clínico de Granada, director de Investigación del Hospital Clinico-Universitario San Cecilio y representante de España en la Comisión Europea sobre disruptores endocrinos, se trata de sustancias químicas, muchas de ellas contaminantes ambientales, que una vez dentro del organismo modifican el equilibrio de las hormonas.

Las hormonas, como bien se sabe, son mensajeros químicos que secretan los órganos y que son liberadas al torrente sanguíneo para llegar hasta los órganos diana de acción. Allí se acoplarán a receptores específicos desencadenándose el efecto hormonal deseado. Por ejemplo, la síntesis de testosterona se realiza en los testículos en los hombres, regulada por la hipófisis e hipotálamo según sus niveles en sangre y en el órgano diana producirá el desarrollo de los órganos sexuales y características sexuales secundarias (masa muscular, barba, cambios de voz…)

Estas señales químicas pueden ser bloqueadas, aumentadas, disminuidas por otro compuesto químico que mimetiza a la hormona, ocupando su lugar y compitiendo por el receptor de la hormona. El resultado de esta interferencia es la alteración del sistema hormonal, con consecuencias en el desarrollo neurológico, reproductor y trastornos del metabolismo. Todos estamos expuestos a sustancias químicas que pueden alterar nuestro sistema hormonal y causar numerosos problemas de salud de efectos irreversibles.

La investigación científica ha relacionado los disruptores endocrinos con un amplio abanico de enfermedades que incluye:

  • Salud reproductiva femenina (Pubertad precoz, cáncer de mama, disminución de la fecundidad/fertilidad).
  • Salud reproductiva masculina (Malformaciones en genitales de bebés, disminución de la calidad del semen, cáncer de testículo y próstata).
  • Trastornos del metabolismo (obesidad, diabetes).
  • Problemas cardiovasculares.
  • Alteraciones y enfermedades neurológicas (Perturbaciones del desarrollo neurológico y alteraciones conductuales, como Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, Autismo, etc, y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson).

Sus impactos también pueden ser perceptibles durante una generación o dos a pesar de nunca haber estado expuestos directamente a los disruptores. Por ejemplo Nicolás Olea, en sus más de 30 años de investigación sobre la evolución del cáncer de mama, recoge resultados sobre el análisis de placentas de las mujeres granadinas que dan a luz en el Hospital Clínico-Universitario de Granada. Tras estos estudios, se demuestra que el 99% de las placentas presentaba restos de DDT (prohibido desde 1986), ya que son químicos bioacumulables. También se detectaron bisfenol-a, organoclorados y organobromados presentes en el teflón y en el Goretex (aunque le tengamos tanto aprecio por su capacidad aislante, el Goretex es otro disruptor hormonal bioacumulable).

¿Dónde más están estos compuestos? Pues pueden formar parte de los envases, de la cosmética, de la ropa, de juguetes, materiales de construcción…hay más de mil sustancias identificadas como disruptores endocrinos. Algunos de estos químicos ya están prohibidos en la Unión Europea, pero otros no.  Es cierto que preocuparnos por las sustancias tóxicas que nos rodean es desagradable y a veces difícil de solucionar. Sin embargo, ser conscientes de ello es el primer paso para buscar alternativas más saludables.

En el caso de la cosmética, esta problemática tiene fácil solución: la cosmética natural y ecológica.

 

Algunos de los ingredientes de la cosmética convencional que actúan como disruptores endocrinos son los ftalatos, los parabenes, el formaldehido, los conservantes BHA y BHTSi quieres saber más sobre estas sustancias, cómo identificarlos en las etiquetas de los cosméticos y algunos de los estudios que avalan sus efectos perjudiales sobre la salud, visita nuestro enlace:  https://www.cosmeticsherbera.com//blog/que-contienen-los-cosmeticos-convencionales/

Puedes obtener mas información en la página web:  https://libresdecontaminanteshormonales.wordpress.com

y a través de la campaña europea www.edc-free-europe.org  realizada para sensibilizar a los ciudadanos sobre los daños para la salud de los disruptores endocrinos.

Identifica estas sustancias tóxicas en las etiquetas de tus cosméticos y no las consumas. Elige sustancias naturales y seguras para ti y para los tuyos.

 

Referencias bibliográficas:

  • Arrebola JP, Fernández MF, Olea N, Ramos R, Martin-Olmedo. Human exposure to p,p’-dichlorodiphenyldichloroethylene (p,p’-DDE) in urban and semi-rural areas in southeast Spain: A gender perspective. P. Sci Total Environ (2013).
  • Olea N. Disruptores endocrinos: Posibles medidas de intervención. La perspectiva europea. Quadern CAPS, 29 (2000), pp. 36-42
  • Mariana F. Fernández, Francisco Artacho-Cordón, Carmen Freire, Rocío Pérez-Lobato, Irene Calvente, Rosa Ramos, Ane M. Castilla, Olga Ocón, Cristina Dávila,Juan P. Arrebola, Nicolás Olea, Trends in children’s exposure to second-hand smoke in the INMA-Granada cohort: An evaluation of the Spanish anti-smoking law. http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0013935115000730